Semana 18. I ♥ N.Y.C.

Y por fin esta semana fue el viaje que tanto esperaba: Nueva York. En principio íbamos a ir a Washignton, pero al final Nueva York dio para mucho más de lo que pensábamos.

Llegamos el miércoles por la mañana, tras uno de los ya habituales viajes nocturnos intentando dormir sobre la banqueta rígida del autobús. El metro ya lleno a las 6 de la mañana indicaba que, efectivamente, nos encontrábamos en la ciudad que nunca duerme. Tras dejar las cosas en la taquilla del albergue, decidimos dar una vuelta por Central Park, bajo un sol radiante y bajas temperaturas.

Después, nos juntamos todos los que estábamos por N.Y. para dar una primera “ronda de inspección”. ¿El objetivo? Patearnos el Soho, el Chinatown, Little italy, Tribeca. Hartos ya de tanta replica de bolso y tanto sapo viviente,

nos sentamos a comer en un parque, mientras observábamos cómo los neoyorkinos ya no solo juegan al basketball sino también a la pelota vasca. Curioso.

Casi helados, decidimos tomarnos un café antes de andar hacia el puente de Brooklyn. Con esa ligera impresión de déjà vu que me acompañó a lo largo del viaje, cruzamos uno de los puentes más emblemáticos de la gran manzana, para ver el atardecer desde la otra orilla del East River.

El viento nos dejó de nuevo helados, y tras cenar, decidimos dar una vuelta por el bar de How i met your mother. Al entrar no reconocíamos el sitio, y tras un buen rato investigando, un camarero cubano nos resolvió el misterio: resulta que se remodeló hace varios años, antes de que la serie empezara. Todavía no estábamos, aparentemente, lo suficientemente cansados, así que decidimos acabar el día con un paseo por el mítico Times Square. Muchas luces, mucho consumismo, y un lugar sin duda emblemático.

El jueves, renovadas las fuerzas tras el primer día eterno, nos paseamos por Bryant Park y la biblioteca pública, para acabar en Central Sation, viendo una proyección bastante cutre de laser, que dejaba –no obstante- atónitos a los viandantes. Tras comer en MacDonalds comida de tupper (ya un clásico), nos dirigimos a la sede de la ONU para hacer un repaso de las banderas de los países. Solo diré que, por mi parte, soy nula.

Continuamos viendo la catedral de la ciudad (nada comparada con las europeas (pero eso ya se preveía) y comprando unos guantes que permitieron que no se me cayeran los dedos por hipotermia tras echar fotos durante unas 2 horas desde el Top of the rock (Rockfeller, se entiende). Hacía tanto frío que necesitamos casi 3 horas en un café para recalentarnos, antes de acabar nuestro tour frente a los navideños escaparates de Macy’s y deambular por los pasillos del Borders.

El viernes seguía hacienda sol y viento, pero nada nos impidió coger un ferry para ver de cerca la Estatua libertad –bastante más fea de lo que pensaba- y Ellis Island, donde llegaban todos los inmigrantes, y un lugar muy interesante. A la hora de comer (española), nos paseamos por un Wall street bastante más desierto de lo que me esperaba y después visitamos el ground 0, que comienza lentamente a reconstruirse. Finalmente, dimos una vuelta por el barrio estudiantil y fuimos al Bryant park de nuevo, donde algunos valientes –entre los que no estoy yo- se atrevieron a patinar sobre hielo.

El sábado por la mañana visité una expo de fotografía de Man Ray y me tomé un pretzel gigante para recuperar fuerzas. Después, nos paseamos por el central park nevado, y vimos el precioso mosaico de Imagine, de John Lennon. Todo un clásico para cualquier fan de los Beatles.

Por la tarde-noche: MET, otro de los grandes clásicos, esta vez de los amantes del arte. La expo de fotografía de Robert Frank fue increíblemente buena, además de admirar algunos cuadros de clásicos como Monet y Degas.

Finalmente el domingo fuimos a un concierto de góspel al Harlem, que resultó ser algo más efusivo/fanático de lo que me esperaba, y también visité el museo historia natural, con una interesante exposición sobre la ruta de la seda, además de ser el museo –como cualquier fan de Friends sabe- de Ross Geller.

Así pues, el lunes por la mañana, con miedo de quedarnos atrapados en New York por la nieve decidimos volver por la mañana, en un viaje que al final no tuvo retrasos.

Y hoy ya tengo las maletas hechas, y solo espero una cosa: volver a España para las Navidades.

Una respuesta a “Semana 18. I ♥ N.Y.C.

  1. joooo

    q envidia… NY…. EEUU, NOrteamérica, América…. quiero recorrer esa parte del mundo… y NY, persiguiendo escenarios de FRIENDS…. jejeje

    tars la bronquitis q me echaste, he vuelto, jejeje y me he peusto al día con el blog….

    espero q tras los exámenes sigamos todos escribiendo…

    bisoux!

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